Una obra de Manuela Infante sobre un rey inmóvil que ya no puede ejercer como tal, por culpa de su propia mano asesina. Una reflexión sobre el poder, su soledad y su abuso en este montaje con el que GAM sigue profundizando en el trabajo de la Compañía Teatro de Chile.
El monarca de un reino lejano ha caído en estado vegetal por culpa de su propia mano asesina. Incapacitado de moverse o hablar (sólo puede mover los ojos), inicia una larga reflexión sobre lo que observa, siente y piensa a lo largo de un día entero. Su monólogo aborda el gran tema del poder, y los mecanismos invisibles a través de los cuales éste se ejerce y acepta.
¿Cómo ejerce su poder un rey inmóvil? Su poder es impecable, transparente, y asegura el orden y la productividad a través de códigos de disciplina basados en el autocontrol y la autocensura. Es un poder del que todos formamos parte y somos responsables. Este texto de Manuela Infante(Prat, Cristo) es provocador y contingente. El rey sentado, inmóvil, es el símbolo de una potestad solitaria, culposa y frustrante.
Rey Planta se basa en sucesos reales ocurridos en Népal en 2001, cuando el heredero a la corona, el príncipe Dipendra, asesinó a nueve miembros de su familia —incluyendo a sus padres, el rey y la reina nepaleses—, y luego se disparó, asumiendo por ley el reinado durante los tres días que permaneció en coma antes de morir. La obra es parte de la retrospectiva con la que GAM ha estado revisitando este semestre el trabajo de la Compañía Teatro de Chile (Ernesto, Multicancha).
http://www.gam.cl/teatro/rey-planta/
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